…Bueno, pues aquí está, estamos a las puertas de esa divina
Semana para la que tanto y tanto hemos trabajado, han sido siete meses de duro e
intenso trabajo para llegar a este punto. Un punto sin retorno, ya no hay
margen de error, a escasas horas de espera todo lo que se haga será por pura inercia,
con la mirada perdida en busca del primer llamador de nuestra Semana Santa.
Este año el esfuerzo realizado por todos ha sido superlativo, trabajando siempre con el fin de engrandecer aun más el nombre de nuestra formación dentro del panorama musical cofrade, por lo que con más razón que nunca tengo que declararme delante de todos ustedes un ferviente
admirador de este grupo de personas, que tengo el honor de
encabezar, esta Centuria escasa de músicos dispuestos a desgarrar sus labios y
magullarse las manos para acompañar, como solo ellos saben hacerlo, el caminar
de nuestro Señor Jesucristo hecho madera en cada una de las Estaciones de Penitencia
a las que pondremos música en esta Semana Santa 2012.
En pocas horas, queridos músicos, recibiréis vuestra recompensa.
A mi lado, un par de trabajadores incansables, hormiguitas
que a partir del próximo Sábado comenzarán a saborear los frutos que han
recogido durante todo el año, Santiago y David los malos ratos pasados no tengo
manera de agradecéroslos sino entregándoos el aplauso de nuestro público, ese es todo
para vosotros.
Y a nuestra espalda 95 músicos dispuestos a dar el todo por
el todo por sus compañeros, a cambio nada más que de una buena amistad para el
resto de su vida, señores, eso es lo más bonito que se puede tener, el bien más
preciado.
Recordad a cada momento, estimados compañeros, esas cercanas palabras que tanto han
calado en nuestro espíritu, y dejaros llevar por vuestro corazón a la hora de interpretar vuestros sones. Y es que merece la pena las horas, el esfuerzo, los
enfados y las alegrías…
… merece la pena porque aunque en Septiembre cuando arrancan
los ensayos
todo se ve infinitamente lejano, nuestro día a día hará que
las hojas del calendario de los
músicos corran muy deprisa. Sin darnos cuenta llegará Santa
Cecilia, Navidad,
Carnavales y después, Miércoles de Ceniza.
… merece la pena porque los ensayos meticulosos y
maratonianos de los casi 8
meses de trabajo, son recompensados por las palabras de
gratitud y enhorabuena de todas
y cada una de las Hermandades donde tocamos.
… merece la pena porque es emocionante transmitir y
emocionar al público cuando
interpretamos nuestras marchas.
… merece la pena porque emocionarse uno mismo cuando la
música te invade y
recorre tu cuerpo en un escalofrío es una sensación
indescriptible.
… merece la pena por la inquietud de los días previos al
estreno de una marcha en
los que se trabajan cuidadamente todos sus detalles.
… merece la pena cuando cada 12 de Marzo nos felicitamos
unos a otros
porque la Banda celebra su cumpleaños.
… merece la pena por ser una pequeña gran familia donde
puedes encontrar lo
que necesites en cada momento de nuestra vida.
… merece la pena porque el trabajo diario de estos músicos
no hace sino refrendar
aquella frase que tan hondo nos caló allá por 1995, aquella
que decía “larga vida a la
Banda de la Victoria”.
… merece la pena porque en cada marcha cada uno de nosotros
deja un pedacito
minúsculo de su alma, y eso vale su peso en oro.
… merece la pena porque no hay nada más bonito que la gorra
de un músico con
la foto de sus seres más queridos, que pese a la distancia,
siempre están presentes.
… merece la pena porque no hay mayor satisfacción que la de
un padre que
contagia a su hijo esta pasión desde pequeño.
… merece la pena porque después de la bronca por un mal
ensayo, le sigue otro mejor.
… merece la pena porque no hay mayor orgullo que el de
ponerse esta levita y
calarse la gorra blanca de
la Victoria.
Porque quizá no seáis los mejores,
pero mejores que vosotros no hay nadie.
Director de la Banda de Cornetas y Tambores Stmo. Cristo de la Victoria