Este es uno de esos instantes en que toca hacer balance, y al
echar la vista atrás para refrescar la memoria, uno se da
cuenta de que sus recuerdos son la mayor fortuna que posee sin haberse dado cuenta.
Hoy decimos adios al 2013, un año emocionalmente intenso.
Un año al que saludamos con la pérdida de uno de nuestros grandes pilares a quien el tiempo no ha borrado de la memoria.
Un año en que Santa Cecilia quiso regalarnos por primavera dos pedacitos de cielo, Anochecer Gitano y En el Nombre del Padre.
Un año en el que cumplimos el sueño de interpretar nuestra música a los pies del Señor de los Gitanos, arropados por nuestros hermanos mayores de Triana.
Un año al que saludamos con la pérdida de uno de nuestros grandes pilares a quien el tiempo no ha borrado de la memoria.Un año en que Santa Cecilia quiso regalarnos por primavera dos pedacitos de cielo, Anochecer Gitano y En el Nombre del Padre.
Un año en el que cumplimos el sueño de interpretar nuestra música a los pies del Señor de los Gitanos, arropados por nuestros hermanos mayores de Triana.
Un año en que dimos gracias a las gentes de Brenes por tanto cariño
brindado en este tiempo.
Un año en que la lluvia no quiso dejar de visitarnos en
Semana Santa.
Un año en que compartimos mesa y mantel unidos con nuestras
familias, a quienes tanto debemos.
Un año en el que, mecidos por la brisa de una fantasía de
tambores destemplados con ecos de cornetas y recuerdos rocieros, y la
amargura de Medea a los pies de un Crucificado, volvimos a Tu Capilla
de la Calle Ancha para darte gracias por este regalo.
Un año en el que Jesús Despojado de Cádiz nos abrió las puertas de su casa para acompañarle en Domingo de Ramos.
Un año que en septiembre nos matriculó en un nuevo curso
para dar una vuelta de tuerca más a nuestra música… y no será la última.
Un año donde el esfuerzo y el trabajo de todos y cada uno de
los que formáis esta Banda ha estado nuevamente a la altura de lo esperado.
Nunca defrauda.
Un año en que Santa Cecilia y Santa Bárbara lloraron juntas
la pérdida de unos hijos a quien la mina apartó de nuestro lado.
Todas estas alegrías, todas estas penas, todos estos momentos plenos de sentimiento y pasión a flor de piel, solo los entiende quien los ha vivido de cerca junto a sus compañeros. Y esa es la mayor grandeza que uno puede tener. Por eso, al 2014 sólo le pido una cosa nada mas, y con eso tengo bastante:
Que juntos sigáis siendo
la mayor fortuna de la Banda.
Feliz Año 2014.
